Como sacerdote de la orden de La Salette durante 47 años, el padre Robert Ippolito o padre Roberto, como lo conoce la comunidad Hispana, quería ayudar a los inmigrantes. Para él era importante porque sus bisabuelos eran inmigrantes.
El padre Roberto deja la Diócesis de Raleigh para convertirse en un especialista en inmigración de tiempo completo para Catholic Charities en Houston, Texas.
Además de la historia de su familia, el servicio del padre Roberto en la Diócesis también ayudó a atraerlo hacia el trabajo de inmigración.
Por ejemplo, en 2005 fue párroco de la parroquia St. Brendan the Navigator en Shallotte, que se encuentra en la parte sureste del estado. Durante ese tiempo, supervisó la construcción de un nuevo edificio y también un aumento de feligreses.
“Nuestra parroquia creció y también la comunidad hispana. Por lo tanto, en 2009 decidimos iniciar un programa de ciudadanía porque teníamos varios feligreses que eran residentes permanentes legales”, dice el padre Roberto. “Comencé a ayudar a los residentes legales a completar su solicitud para convertirse en ciudadano, fue así como me involucrarme cada vez más en el trabajo de inmigración, incluso comencé a lidiar con situaciones más complicadas”.
Agrega: “Solíamos hacerle preguntas a esta abogada sobre los problemas de inmigración que teníamos, y ella nos decía que ejercíamos la abogacía sin licencia, por eso un día le dije a la hermana Rose Ann, que trabaja conmigo, 'Consigamos una licencia'. Comenzamos a tomar cursos y a estudiar para obtener la certificación para asistir en casos de inmigración. "
El padre se acercó a Catholic Charities para pedir su patrocinio, consiguiendo atender casos bajo su supervisión y asistencia. Para obtener esta certificación, es necesario demostrar un conocimiento suficiente de la ley de inmigración.
En 2010, el padre Roberto se mudó a la iglesia de San Esteban el Primer Mártir en Sandford para convertirse en pastor junto con el padre Héctor La Chappell, M.S.
El 2 de septiembre de 2011, el Padre Roberto fue certificado oficialmente como Especialista en Inmigración, que es una certificación del Departamento de Justicia, Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, como representante acreditado ante la Junta de Apelaciones de Inmigración.
Esta certificación le permite a una persona que no es un abogado hacer todo el trabajo de inmigración excepto representar a clientes en la corte de inmigración. Desde entonces, el padre estima que ha podido hacerse cargo de más de 5.000 casos.
Sus servicios de inmigración se hicieron muy populares entre la comunidad de inmigrantes, especialmente los inmigrantes de México y centroamericanos que viven en Carolina del Norte. La gente también vino a verlo desde Charlotte hasta los Outer Banks, agregó.
El padre Roberto dijo que los servicios de Catholic Charities son muy asequibles.
“Los abogados son muy caros y algunas personas no tienen mucho dinero. Eso es una cosa y luego, en segundo lugar, obtienen mi nombre de alguien que saben que hice un caso para ellos y resultó muy bien, así que me llaman”, dice.
Él nunca esperó ministrar en esta importante área de defensa, dice, pero parece que "Dios quiere que use mis talentos para ayudar a los pobres e indefensos".
Pero brindar asistencia de inmigración a los necesitados no fue lo único principal que hizo el padre Roberto durante los días como sacerdote en la Diócesis de Raleigh. Desde sus primeros años como sacerdote residente en St. Stephen, el padre Roberto se comprometió a proporcionar la construcción de un nuevo santuario para completar el plan de construcción.
En 2018 comenzó la construcción y el 5 de marzo de 2019 el obispo Luis Rafael Zarama dedicó el santuario católico de San Esteban el Primer Mártir para esta dinámica comunidad de fe.
“Espero haberlos dejado con una parroquia que era mejor que cuando la encontré y ese es el propósito de ir a cualquier parte mientras intentas construir sobre lo que se hizo antes y dejar el lugar como una parroquia mejor que cuando la encontraste”, dice el padre Roberto.
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